Jordi Vilajosana
Director del Observatorio de la Felicidad y Emprendeduría y del proyecto Geronto Happy
“La gente mayor reclama sobretodo reconocimiento, que les hagan caso”
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*Este economista y profesor de la UPC ha encontrado la felicidad a través de la respiración y ahora impulsa un proyecto para incrementar la felicidad entre la gente mayor. La prueba piloto se hace en Llavaneras.
¿Qué es Geronto Happy?
Es un proyecto para encontrar parámetros que ayuden a aumentar la felicidad o el bienestar de la gente mayor. Lo estrenamos de forma piloto en Llavaneras, a través de un convenio firmado entre el Ayuntamiento y la UPC.
¿Cómo se mide la felicidad?
Es complejo. Primero hace falta definir el concepto de felicidad. Es el bienestar, que es aquello que provoca felicidad desde un punto de vista material, pero nosotros también queremos medir la felicidad desde un punto de vista espiritual, de tranquilidad emocional. Con este proyecto queremos encontrar herramientas para que el Ayuntamiento pueda aumentar la felicidad y hacer un artículo científico que sirva para que el proyecto sea reconocido.
¿Cómo trabajan el proyecto?
Primero hicimos una búsqueda bibliográfica y después empezamos a hacer entrevistas a gente mayor y personas de su entorno, de manera aleatoria. Con esta información cualitativa hemos creado una encuesta. Ahora empezaremos a pasarla a una muestra de 250 vecinos de LLavaneras mayores de 65 años. Esta es la cifra correcta para que nos dé el coeficiente de error correcto. Hemos de ser muy rigurosos para poder publicar un artículo científico sobre el proyecto. La previsión era empezar las encuestas el Octubre pasado pero la incertidumbre que generó el 1-O nos hizo retrasar el inicio. Ahora todo está más calmado y hemos reactivado las encuestas.
¿Qué parámetros utilizan?
Datos estadísticos como la renta per cápita, el entorno, para saber si viven solos, acompañados o en residencia. Hay una serie de parámetros de ubicación y también de procedencia. Con las entrevistas previas nos hemos encontrado con muchas sorpresas. Hay gente que tiene la vida muy llena y hacen muchas actividades, pero también gente que se siente abandonada por los hijos o hasta con ideas de suicidio. Ahora lo queremos contrastar con las encuestas y también haremos un taller de felicidad con gente mayor y gente joven, padres e hijos, que es una relación más conflictiva que la de abuelos y nietos.
¿De qué manera se podrán implementar los resultados?
Lo tendremos que ver. El primer objetivo es recoger la información. Además, el Ayuntamiento de Llavaneras se ha comprometido a crear una comisión de gente mayor y miembros del consistorio para hacer propuestas y tirarlas adelante.
¿Se hará en otros municipios?
Sí, el próximo será Premiá de Mar e iremos sumando pueblos. Queremos llegar a generar una acreditación de la felicidad de la gente mayor en los municipios. Quiero que los políticos se den cuenta de que la gente mayor existe y que no solo son votos. A través de convenios con la UPC miraremos de ir extendiendo el proyecto.
¿Quién dará la certificación?
Estamos hablando con empresas certificadoras de calidad para que sean ellas quien pongan el sello. Aún lo estamos planteando. La OMS tiene un certificado similar, que es el de ciudades amigas de la gente mayor, y estamos viendo como lo encajamos y que instituciones se adhieren.
¿Qué conclusiones han sacado, de momento?
La necesidad de convivencia, la gente mayor necesita convivir con los hijos, con los nietos y con todo su entorno. Sobretodo reclaman reconocimiento, que les hagan caso.
¿Hay mucha diferencia entre los que viven en su casa o con familiares y los que estan en una residencia?
La diferencia es que en el 90% de los casos los que estan en una residencia son personas muy dependientes, pero no necesariamente son menos felices. La felicidad depende de su entorno familiar y de los profesionales que los acompañan.
¿Lo que genera más infelicidad son las malas relaciones con la familia?
Exacto. Es lo que condiciona más, pero estas malas relaciones se ha ido cultivando y es lo que al final se encuentra. Muchos de los que no reciben visitas en la residencia es porque quizá ellos tampoco han tratado bien a la familia.
¿Que tiene que ver la UPC con la felicidad?
Soy economista y doy clases en la Escuela Superior de Edificación de la UPC. Cuando hice 50 años, planteé al equipo de investigadores de la escuela hacer alguna cosa que aportase valor. No me tomaron en serio, pero me empecé a interesar por el tema. Hace tres meses creé el Observatorio de la Felicidad y Emprendeduría. En Octubre empiezo un máster de negocios, innovación y felicidad. Me lo paso bien trabajando en este ámbito y por primera vez creo que estoy aportando alguna cosa. He empezado por mí mismo porque si no, sería imposible.
¿Y cómo se hace para ser feliz?
Aprendiendo a respirar. Si respiramos bien podemos llegar a tener el equilibrio que provocará la felicidad. Si somos capaces de desconectar la cabeza y comunicarnos con el cuerpo, ya lo tenemos.
Marta Membrives