El 16 de diciembre es un día especial, se nos fue una persona, que fue mi referente personal, profesional y familiar. Aprendí con él muchísimas cosas, que hoy en día me son de gran utilidad, tanto a nivel personal como profesional, es muy difícil gestionar su ausencia, pero hay que hacerlo.
Como emprendedor aprendí tres aspectos básicos que eran necesarios:
- Equilibrio personal, debemos estar bien con nosotros mismos, esto nos ayudará a tomar decisiones apropiadas, dejándonos llevar por nuestras propias sensaciones pero no por emociones precipitadas. Él me decía la intuición en un emprendedor es básica, la debes gestionar.
- Responsabilidad social, los emprendedores debemos aportar valor a la sociedad, no todo son beneficios y estaba en contra de la pura especulación. La responsabilidad del emprendedor, se basa en ser conscientes de la influencia que tenemos sobre la gente, y debemos saberla gestionar, aportando valores, justicia y respeto.
- Comunicación, nos pasamos todo el día relacionándonos, un buen comunicador tiene mucho terreno ganado, no hay que convertir la empresa en una guerra, sino en una suma de consensos y debemos alinear todos los intereses en un solo.
Él me recomendaba siembre dedicar una tarde a la semana (preferiblemente los viernes) a pensar y a estar relajado, le daba mucha importancia a la planificación y tener la mente despejada para la toma de decisiones estratégicas, hay que pensar siempre en el futuro me decía. Sino nos damos tiempo a pensar la empresa no evolucionará
Pero a lo que él le daba más importancia es a la soledad que tiene en todo momento un gerente o emprendedor, tiene antes de la toma de decisiones o ante situaciones conflictivas y que esto no se enseñaba, cada uno debíamos de saberlo gestionar, me decía no hay recetas. En este sentido, hace unos meses un persona me preguntó cómo debía superar el estress existente ante la toma de una decisión importante, ya que se veía incapaz de superarlo. Mi respuesta fue inmediata: “Jodete, esto va con el cargo, no debes intentar superarlo sino gestionarlo mejor, no hay recetas validas”, ahora hace unos días me la volví a encontrar y con una sonrisa me dijo: “tus palabras me quedaron grabadas, me he buscado un hobbie que me permite desconectar y siento que gestiona mejor estas situaciones” Y me dio las gracias. Debemos de olvidarnos de recetas o pociones mágicas dictadas por profesores o gurus, debemos buscar cada uno de nosotros nuestros ingredientes y “cocinar” nuestro plato.
La vida de todo profesional y trabajador si se realiza con ilusión es apasionante, les dedicamos muchas horas y vale pena disfrutarlas. Para mi ser emprendedor, significa generar una idea y convertirlo en un proyecto, y lo más importante que aprendí de mi padre es vivir el trabajo y la vida con pasión, y ser capaz de generar ilusiones cada día.
Ahora por primer vez en mi vida, he dejado de lado la racionalidad empresarial y he empezado un proyecto gastronómico desde cero, ya que siento que esto lo que debo hacer, por qué me ilusiona y me apasiona, en un país como México y exportando nuestra comida a 8.000 km, y en pocos días abriremos nuestro primer puesto de comida mediterránea en la calle. Como me decía mi padre, la vida hay que disfrutarla, y trabajando es una manera, cargado de ilusiones y proyectos.
Jordi Vilajosana
Emprendedor y Profesor.