Con estas líneas pretendo provocar una reflexión sobre el propósito de vida y su importancia para nuestra felicidad y crecimiento personal, en base a mis experiencias vividas.
Con los años he ido tomando conciencia de la evolución de mis propósitos de vida, cuando era un niño, estaban basados en el placer del juego (estar con mis primos y amigos es lo que más ansiaba), luego al entrar en la universidad, inicié una nueva etapa, los juegos quedaron de lado y mi propósito paso por; terminar los estudios universitarios, para poder desarrollar una carrera profesional y empresarial exitosa, donde con los años me di cuenta que lo que buscaba era el reconocimiento de mi padre. Además me propuse tener pareja y crear una familia: casa, coche, y siendo mis hijos mi mejor obra y de lo que me siento más orgulloso y con los que tengo un aprendizaje continuado.
Pero llega un momento, hacia los 40 años, que con la muerte de mi padre, me di cuenta, que no era todo lo feliz, y eso que había conseguido obtener todos los objetivos propuestos. Pero, había alguna cosa que fallaba, y fue cuando me empecé a plantear, cuál era mi real propósito de vida y si había llegado el momento de cambiarlo y buscar nuevos horizontes. Provoqué cambios en mi vida tanto personal como empresarial: me divorcié, cambié de trabajo, de ritmo de vida, viajar, nuevas amistades, …
Y ahora 12 años más tarde, me he dado cuenta cuál es mi propósito de vida y cuáles son los factores que lo condicionan, y fue en una comida con mi hija y un amigo, que me lo hicieron ver; nuestro propósito primario de vida es ser feliz, el cómo conseguirlo: formar una familia, comprar un casa, ser un empresario de éxito, viajar o evitar el estrés, son caminos que todos vamos escogiendo de manera consciente o inconsciente, y en función de nuestra percepción y creencias limitantes del momento.
Ahora en estos momentos, he soltado la presión de años atrás, donde me obligaba a buscar y crearme objetivos para ser feliz y donde aspectos como: buscar el reconocimiento familiar y social, preocupación de hacer cosas que provoquen mi felicidad o el “éxito” empresarial como focus principal, ha dejado de ser esenciales, y el sosiego, la meditación y la atención plena, me hacen vivir la vida de otra manera y sobre todo el focus, valorando detalles e intentando sanar memorias que voy tomando consciencia.
Hay personas que el bienestar le puede venir estando en casa leyendo libros y otras viajando a la India, todo depende de nuestra percepción de la realidad, aprender a reaprender es una de las máximas de nuestros días.
Pero hay tres afirmaciones que para mí son evidentes:
• El propósito de vida cambia y evoluciona, con nuestro propio crecimiento personal.
• Un propósito de vida claro, nos ayudara a enfocar nuestras acciones y al final nuestro bienestar y felicidad.
• La felicidad nos lo aporta nuestro camino al equilibrio personal, el ego y la vanidad que obtenemos en conseguir éxitos, nos genera expectativas que al final nos va a generar ansiedad.
Durante éste camino de descubrir mi propósito de vida y ver como poderlo gestionar, he encontrado muy interesante las siguientes 5 citas, de libros que recomiendo leer.
Con la lectura del “El libro tibetano de la vida y la muerte” de Sogyal Rimpoche, tomo conciencia de la importancia de conocer nuestro propósito de vida, en la actual encarnación, donde cada de uno de nosotros tenemos una o más de una misión que realizar, y además de la importancia del tránsito hacia muerte, como parte de nuestro camino inmortal.
Con el libro de Jorge Bucay, “El camino de la felicidad” (2002), me he dado cuenta que los propósitos personales, los podemos clasificar de tres maneras, y me ayudado a clasificar los míos, sin valorar si hay objetivos mejores o peores:
1. De amor, en función de la relación con nuestra pareja y familia.
2. De ego, en función de lo que podamos conseguir en bienes materiales o reconocimiento.
3. De transcendencia, en función de lo damos y aportamos a los demás.
El libro “Diseña tu Felicidad” (2014) de Paul Dolan, está repleto de estudios orientados a la medición de aquello que provocan una mejora del bienestar personal y comunitario. Una de las conclusiones que podemos obtener después de leer el libro, es que aquellas personas que disponen objetivos y propósitos en la vida, son más felices que aquellas que no lo tienen, ésta lectura me ayudó a pensar de manera más racional en mis objetivos personales y de nuestras organizaciones.
Uno de libros que más me ha impactado éste último año ha sido “El hombre en busca de sentido” (1945) de Viktor E. Frankl, nos explica sus vivencias en un campo de concentración nazi, durante la segunda guerra mundial, para judíos, y que el propósito de volver con su mujer y familia, le hizo mantenerse vivo y fuerte emocionalmente, por lo tanto me hizo ver que el propósito no solo es importante para ser feliz, sino también para no perder el equilibrio en situaciones complicadas.
Y por último también me gustaría mencionar a Stephen r. Covey en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, también nos comenta la importancia de tener un propósito en nuestra vida, ya que no solo nos aportará una orientación, sino que además esta focalización nos ayudará a ser felices. Cabe recordar que es un libro orientado a directivos y líderes de todo tipo de organizaciones empresariales y políticas, y que ha sido un manual de cabecera para muchos dirigentes norteamericanos.
Como conclusión, después de estas líneas, es que el propósito de vida es un factor que nos puede ayudar a ser más felices y encontrar un foco de equilibrio personal, y además que sea cual sea nuestro objetivo principal, no debemos caer en la trampa de ponerle juicio, no hay propósitos mejores que otros, hay propósitos más en coherencia con nosotros o no.
Y al final siempre me vienen palabras de mi padre: estamos aquí para aportar valor a la sociedad, buscar nuestro equilibrio personal y mantener la familia unida.
Jordi Vilajosana
Profesor y emprendedor social.