La búsqueda de financiación, nunca ha sido una tarea fácil, pero en estos momentos cuando la banca no da préstamos, y no se espera que a corto plazo lo haga, aún se complica más. En la planificación financiera hay una parte técnica; calcular costes, ratios, rentabilidades, hacer previsiones, cuantificar negocios,… Y al final todo en un papel u hoja de cálculo, pero no debemos olvidar del dicho que “el papel lo aguanta todo”, pero la realidad es siempre diferente.
Los tiempos cambian, estamos en coyunturas muy diferentes a las de antaño, no solo por la escasez bancaria, sino también por el efecto globalización también en el sector financiero y los modelos de negocio también evolucionan. Todo ello nos lleva a que el financiero debe adaptarse para sobrevivir y hacer más competitiva a la empresa, para ello debería tener presente tres conceptos en la captación de financiación:
- Información.– aparecen nuevos productos financieros, diferentes a los bancarios, hay que verlos, analizarlos y ver su utilidad, las PYMES también debe poder utilizarlos.
- Comunicación.– hay que aprender a seducir al inversor y a los nuevos generadores de recursos financieros, además de la banca de toda la vida.
- Conocer el producto.– El financiero si quiere captar recursos, también debe conocer el producto y sobre todo debe amarlo, debe transmitir emoción cuando hable de él.
El financiero, en definitiva, debe convertirse en un representante público muy importante de la empresa ante inversores y gestores de recursos, para ello debe ser capaz de captar la atención y de generar emociones positivas, que atraigan el capital. El financiero debe olvidarse de estar detrás de una mesa el 100% de su tiempo, ya que además de ejercer sus funciones administrativas tradicionales, deberá salir a buscar información y recursos financieros, posiblemente en ámbitos hasta ahora poco habituales, debe ser capaz de asumir estos nuevos roles y aprender nuevas estas nuevas habilidades directivas, que en la universidad no le enseñaron.
Soy consciente que ésta evolución del rol, será difícil de asumir para muchos financieros, deberá generar una nueva cultura organizativa en la empresa, pero creo que es necesario. Cuando me preguntan dónde está el truco en la captación de la financiación, desde hace muchos años siempre respondo lo mismo; ilusión, pasión por mi empresa y andar, andar y andar, llamando a muchas puertas para obtener respuestas positivas. Hay momentos de desánimo en la búsqueda, pero hay que tener fe en la empresa y en nosotros mismos, por que al final llegan los resultados.
En la formación, tanto universitaria como en las escuelas de negocio, enseñamos mucho análisis financiero, pocas habilidades directivas en comunicar correctamente un plan financiero, pero no enseñamos a emocionar y a gestionar la importancia de la emoción en la negociación financiera.
La PYME y el pequeño emprendedor, tiene más dificultades en estos momentos para encontrar nuevas vías de financiación, el acceso a los mercados financieros está casi vetado a los pequeños negocios, y orientado a las grandes corporaciones, pero en cambio en cambio son más ágiles, más flexibles y mejores transmisores de emociones para poder captar financiación.
Un inversor en todo el mundo que mide; rentabilidad, liquidez y riesgo en los proyectos empresariales, pero también tiene muy en cuenta la implicación, compromiso y lealtad del emprendedor, por esto los financieros tenemos que aprovechar nuestras ventajas y sobre todo desarrollar nuestras habilidades.
Jordi Vilajosana
Emprendedor y profesor de universidad